domingo, 11 de mayo de 2014

Los veintitantos

Hace unas cuantas semanas, un amigo encontró un escrito muy especial e interesante por twitter. Lo compartió conmigo, lo leí y ahora soy yo la que lo comparto con tod@s vosotr@s.

El texto habla de todas aquellas personas ancladas en "los veintitantos". Si vosotr@s estáis en esta maravillosa edad, os recomiendo leerlo. Os gustará, y sobre todo, os identificareis con todo lo que dice...

La espera para poder disfrutarlo ha sido algo larga, 
pero prometo que valdrá la pena...
Le llaman la “crisis del primer cuarto de vida”.

Te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás. Te das cuenta de que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios por diferentes cuestiones: trabajo, estudios, etc… Y cada vez, disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para conversar un rato. Las multitudes ya no son “tan divertidas”… incluso a veces te incomodan. Extrañas la comodidad del colegio, de los grupos, de sociabilizar con la misma gente de forma constante.

Te empiezas a dar cuenta que mientras algunos son verdaderos amigos otros no eran tan especiales después de todo. Entendiste que la amistad no se basa en el tiempo que pases con un persona, sino en la calidad de los momentos. Te empiezas a dar cuenta de que algunas personas son egoístas y que, a lo mejor, esos amigos que creías cercanos o que conservas desde hace mucho tiempo, no son exactamente las mejores personas que has conocido. Hay más gente que te rodea, a quienes le debes poner mayor atención. Puede ser, que resulten ser amigos de los más importantes para ti.

Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y sobre todo, con más dolor. Entendiste que el tiempo no sana las heridas, sino que alarga las agonías. Aprendiste que las peleas son distintas a las discusiones, y que las discusiones surgen en base al cariño y engrandecen las relaciones.

Entendiste que los tiempos no existen y que las decisiones hay que tomarlas alguna vez en la vida. Aprendiste que alguien más que tú puede tener la razón, y que con los sentimientos ajenos no se juega. Aprendiste que las parejas van y vienen, y que hay gente que queda y que siempre estará. Aprendiste a escuchar y a valorar los pequeños detalles del resto, que marcan la diferencia entre las multitudes. Aprendiste que la calidez de palabras, los oídos atentos, las palabras sinceras y una incondicional lealtad, no te la da nadie más que un verdadero amigo. Aprendiste que la confianza es algo que se siembra, se riega, se cultiva y se cosecha, pero sobre todo, que hay que ganársela y saber mantenerla. Entendiste que cuando una persona es especial, lo es para ti, no es para todos. No se regala, y lamentablemente cuando se pierde, es imposible recuperarla.

Te rompen el corazón, y te preguntas cómo esa persona que significaba tanto te pudo hacer tanto mal. O quizás te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a una persona lo suficientemente interesante como para querer conocerla mejor. Los ligues y las citas de una noche te empiezan a parecer baratos, y emborracharte y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente estúpido. Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeña billetera. 

Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo/a, sobre lo que quieres y lo que no. Tus opiniones se vuelven más fuertes. Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y adicionas cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no lo es. A veces te sientes genial e invencible, y otras… con miedo, solo/a y confundido/a.

De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más, y que no hay otra opción que seguir avanzando y saber conservar bien el presente porque será tu única compañía en el futuro.

Parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito, un desbarajuste en la cabeza, etc., y más de una vez, queremos dejar "los veintitantos" y volver a los 15-16. Pero atent@s, porque TODOS dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla por culpa de nuestros miedos…
Dicen que estos tiempos son los cimientos de nuestro futuro, que quizás las amistades universitarias son las verdaderas, y que estamos entrando a la realidad de nuestras vidas.

Parece que fue ayer cuando teníamos 15… ¿¡Entonces mañana tendremos 30!? 
¿¿¿¡¡¡Así de rápido!!!???
Hagamos valer nuestro tiempo…¡que no se nos pase!


“La vida no se mide por las veces que respiras, 
sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento".


¡¡FELIZ SEMANA!!


Pd. Muchos son los que han compartido este texto, y no he conseguido dar con la fuente original... A pesar de buscar y buscar, no logré averiguar el nombre del autor/a, pero le agradezco poner mi mente en orden.

1 comentario:

  1. hola Laura!! Qué tal?? cuanto tiempo!!!! jo, yo ya no estoy en los 20 tantos pero cuantas verdades juntas!!! y bueno, aunque ya estoy en los 30, sigo pensando que ayer tenía 15!!! jijij un besazoooo muy muy muy buen post!!

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