Martes 13, o viernes 13...
Napoleón temía a los gatos negros y Sócrates el mal de ojo. A Julio César le aterrorizaban los sueños. Enrique VIII aseguraba que la brujería le había inducido a casarse con Ana Bolena. Pedro el Grande experimentaba un terror patológico cuando tenía que cruzar puentes. Samuel Johnson siempre iniciaba la entrada o la salida de un edificio con el pie derecho. ¡Y estos sólo son algunos ejemplos!
Todavía hoy, las supersticiones referentes a la mala suerte impiden a muchas personas pasar por debajo de una escalera o casarse o embarcarse un martes día trece. Por otra parte, estas mismas personas, en pos de la buena suerte, suelen tocar madera.
A lo largo de la historia, la superstición de unos ha sido, a menudo, la religión de otros.
No me considero para nada una chica supersticiosa, aunque alguna vez, al igual que tod@s vosotr@s, he evitado pasar por debajo de las temidas escaleras, o he huido de los gatos negros,... Creo que la sociedad, y la maldición del número 12+1, ha hecho mella en mi.
Bueno, todo este rollo viene a que ayer fue viernes X, llamemoslo así, por si acaso. Debería de haber sido un día normal, pero en parte termino siendo trágico, triste, cuanto menos, raro...
Me levanté con el pie izquierdo, literalmente. Este dato debería ser indiferente, y así lo fue hasta media mañana. Sin apenas darme cuenta, de un momento a otro, las cosas empezaron a torcerse.
Recibí una llamada, era una amiga. Hasta ahí, todo ok. La sorpresa vino cuando me comunico que adelantaba su viaje, por motivos de trabajo, al extranjero. No se iba en un mes, sino en tres días... jaja ¿Estás de broma, verdad?
Recibí una llamada, era una amiga. Hasta ahí, todo ok. La sorpresa vino cuando me comunico que adelantaba su viaje, por motivos de trabajo, al extranjero. No se iba en un mes, sino en tres días... jaja ¿Estás de broma, verdad?
La noticia de su marcha ya la conocía desde noviembre, aproximadamente. El problema viene por la tendencia que tiene todo ser humano a dejar las cosas importantes para el último momento. ¿Os imaginaréis de que os hablo, no?
Una amiga que se marcha, tu quieres organizar una cena de despedida, te apetece comprarle un regalito, te se mete en la cabeza la idea de hacerle un montaje de fotos, de hecho además, te gustaría poder darle una de esas fotos impresas con un marco y todo, etc. Pero (porque siempre hay un pero), te falta tiempo. Ella ha decidido adelantar su viaje. ¡Genial!
A partir de ahí el resto de tu día pinta estresante no, ¡lo siguiente!
Prisas. Tu y tu incompatibilidad con los ordenadores. El dichoso montaje que tienes a mitad. Te falla el Internet. Se queda rallado el programa. No encuentras una foto concreta que quieres. El vídeo es demasiado largo.
Más prisas. La clase de inglés de la tarde, y tu sin tus deberes hechos. Llegas allí, y te se ha olvidado el estuche, la carpeta, la cabeza... Estás pensando en ella, se va. Tardarás en volverla a ver. Aunque sabes de sobra, que hablareis todos los días. Pero se va, estará lejos, muy lejos. Y tu profesora te pregunta, en inglés claro: "Where are you today?". Y tu le respondes: "Far far far far away. Concretely in Varsovia". Y de repente, te viene un escalofrío. Y piensas en el frío que hará allí, en el frío que hará, cuando te toque ir a verla. Y la clase se acaba. Son las 19.30h.
De nuevo las prisas. Vas a casa, corriendo, te quedan muchas cosas por hacer. Y llegas y te pones a dibujar, a pintar, a escribir. No te dará tiempo a ir y comprarle un regalo. Pero estas dispuesta ha hacerle unos carteles de recuerdo la mar de chulos.
Y vuelven las prisas. Son las 21.00h. Has quedado con ella a las 22.00h, para cenar, algo así como la última cena. Y te acuerdas de Cristo y de sus apóstoles, ¿eran trece no?. Menos de veinticuatro horas después de esa cena, Cristo era crucificado. Bufff ya ha vuelto a salir el númerito... ¡Cambiemos de tema! No puedes perder tiempo, todavía tienes que arreglarte, y como siempre, no sabes que ponerte. Son las 21.30h pasadas, y por fin aparecen los amig@s que esperabas hace casi 10 min. Os ponéis a organizar la sorpresa en plan rápido. Prisas. Unos inflan globos. Estrés. Otros pegan carteles. Más prisas, más estrés. Yo preparo la mesa... Sabes que llegará pronto y puntal, siempre lo hace... Corres, tropiezas, te caes, te ríes, pero quieres llorar. Y oyes el coche, ya está ahí. Te levantas y pones buena cara. Bajas. Los demás ya están en la puerta, abajo. Te esperan. Tu hermano esta fuera en la calle preparando una mini mascletá con petardos. Les has dado la orden de que cuando ella se acerque a la puerta de casa, el estruendo empiece. Y así lo hace.
Pum pum pam pum pim pom pam pum.
Ella entra y tod@s gritamos: ¡Sorpresaaaaaaaa! Se asusta, se ríe, se le nota que esta apunto de llorar. Pero no lo hace, es fuerte... Y bye bye prisas, ciao ciao estrés. Ahora ya está. No hay tiempo a la improvisación. Y cenamos. Y me atraganto con tanta risa. Y ellas nos habla de sus horarios, de que se va el domingo, de que su avión sale desde Barcelona. Y tu te quedas parada y piensas: "Menos mal, que las líneas aéreas internacionales saltan ese número X en las filas de asientos de los aviones, y pasan del 12 al 14"... jajaja La ves ilusionada, y te alegras, y te callas, y no le dices lo que estas pensando. Quizá se asuste un poco, pero sólo un poco. Es aventurera. Es fuerte...
El resto de la noche, va sobre la marcha. Ya estamos tod@s más calmados. Ya no hay prisas. Terminamos de cenar y le enseñamos el montaje de las fotos. Su montaje... ¡Ta chan! Le ha encantado, y tu sonríes, y te olvidas por momentos de lo que te ha costado hacerlo.
Salimos. Nos divertimos. Tomamos algo. Estamos tod@s juntos. :)
Estás bien, te gusta esa sensación. Estás agusto, cómoda. Te lo estás pasando bien. Y una de tantas bromas, sueltas: ¡Para este año voy a comprar un décimo de lotería que acabe en 13! No será en Italia, porque allí lo omiten. Quizá, lo compre en Polonia, en uno de los miles de viajes que voy a hacer en 2012 a ese país ¿si es que allí juegan a la lotería, claro?. Te ríes. Nadie te ha escuchado. ¡Menos mal!
Más prisas. La clase de inglés de la tarde, y tu sin tus deberes hechos. Llegas allí, y te se ha olvidado el estuche, la carpeta, la cabeza... Estás pensando en ella, se va. Tardarás en volverla a ver. Aunque sabes de sobra, que hablareis todos los días. Pero se va, estará lejos, muy lejos. Y tu profesora te pregunta, en inglés claro: "Where are you today?". Y tu le respondes: "Far far far far away. Concretely in Varsovia". Y de repente, te viene un escalofrío. Y piensas en el frío que hará allí, en el frío que hará, cuando te toque ir a verla. Y la clase se acaba. Son las 19.30h.
De nuevo las prisas. Vas a casa, corriendo, te quedan muchas cosas por hacer. Y llegas y te pones a dibujar, a pintar, a escribir. No te dará tiempo a ir y comprarle un regalo. Pero estas dispuesta ha hacerle unos carteles de recuerdo la mar de chulos.
Y vuelven las prisas. Son las 21.00h. Has quedado con ella a las 22.00h, para cenar, algo así como la última cena. Y te acuerdas de Cristo y de sus apóstoles, ¿eran trece no?. Menos de veinticuatro horas después de esa cena, Cristo era crucificado. Bufff ya ha vuelto a salir el númerito... ¡Cambiemos de tema! No puedes perder tiempo, todavía tienes que arreglarte, y como siempre, no sabes que ponerte. Son las 21.30h pasadas, y por fin aparecen los amig@s que esperabas hace casi 10 min. Os ponéis a organizar la sorpresa en plan rápido. Prisas. Unos inflan globos. Estrés. Otros pegan carteles. Más prisas, más estrés. Yo preparo la mesa... Sabes que llegará pronto y puntal, siempre lo hace... Corres, tropiezas, te caes, te ríes, pero quieres llorar. Y oyes el coche, ya está ahí. Te levantas y pones buena cara. Bajas. Los demás ya están en la puerta, abajo. Te esperan. Tu hermano esta fuera en la calle preparando una mini mascletá con petardos. Les has dado la orden de que cuando ella se acerque a la puerta de casa, el estruendo empiece. Y así lo hace.
Pum pum pam pum pim pom pam pum.
Ella entra y tod@s gritamos: ¡Sorpresaaaaaaaa! Se asusta, se ríe, se le nota que esta apunto de llorar. Pero no lo hace, es fuerte... Y bye bye prisas, ciao ciao estrés. Ahora ya está. No hay tiempo a la improvisación. Y cenamos. Y me atraganto con tanta risa. Y ellas nos habla de sus horarios, de que se va el domingo, de que su avión sale desde Barcelona. Y tu te quedas parada y piensas: "Menos mal, que las líneas aéreas internacionales saltan ese número X en las filas de asientos de los aviones, y pasan del 12 al 14"... jajaja La ves ilusionada, y te alegras, y te callas, y no le dices lo que estas pensando. Quizá se asuste un poco, pero sólo un poco. Es aventurera. Es fuerte...
El resto de la noche, va sobre la marcha. Ya estamos tod@s más calmados. Ya no hay prisas. Terminamos de cenar y le enseñamos el montaje de las fotos. Su montaje... ¡Ta chan! Le ha encantado, y tu sonríes, y te olvidas por momentos de lo que te ha costado hacerlo.
Salimos. Nos divertimos. Tomamos algo. Estamos tod@s juntos. :)
Estás bien, te gusta esa sensación. Estás agusto, cómoda. Te lo estás pasando bien. Y una de tantas bromas, sueltas: ¡Para este año voy a comprar un décimo de lotería que acabe en 13! No será en Italia, porque allí lo omiten. Quizá, lo compre en Polonia, en uno de los miles de viajes que voy a hacer en 2012 a ese país ¿si es que allí juegan a la lotería, claro?. Te ríes. Nadie te ha escuchado. ¡Menos mal!
Piscis, te echaré mucho de menos. ¡Y lo sabes!
Espero que el camino que has elegido coger, sea el correcto. Si no lo es, recuerda, siempre podrás contar conmigo cuando lo necesites, y cuando no. Estaré ahí.
¡SE FELIZ... MUY MUY MUY FELIZ! :D
Y no te olvides de nosotr@s, de tus CHIMICHURRIS, estaremos esperándote a la vuelta...
** ANABEL **
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